sábado, 30 de agosto de 2014

¿Castaneda o Don Juan Matus? Me quedo con el indio Don Juan


Por Tesa Vigal

“El  mundo está hecho de pavor y maravilla" (frase del indio Don Juan Matus  en los libros de Castaneda)
Ante todo aclarar dos cosas. Una sobre el debate de la naturaleza de sus libros. Para mí si son documentales, o son ficción, tiene sólo un interés periodístico, o histórico. La auténtica relevancia es que son libros vivos y vivos están sus personajes. La ficción, en el caso de que sea eso, no es mentira, es otra realidad si está viva. Si hace descubrir, sentir, revelar, emocionar, soñar, cuestionar. Es más, el arte tiene más alcance que el ensayo porque no se dirige tan sólo a la mente de una persona, sino que afecta a su ser completo invocando mundos vivos (cuando lo logra). El arte habla sobre la esencia de la vida, es decir su verdad, aunque se trate de una obra de ficción. Como diría Orson Welles. "el arte es una mentira que sirve para contar la verdad". Don Juan Matus es real, haya existido en el mundo cotidiano o no. Empleando su propio lenguaje, Don Juan existe en otros mundos, si no en el cotidiano. Lo que cuenta Castaneda es evidentemente auténtico sea ficción, o no lo sea.


La otra cuestión es que Castaneda, la persona, (dcha. supuesta foto) acabara convirtiéndose en gurú, y sus seguidores siguiendo al maestro de turno. Se trata de una manera de vivir que no comparto. Creo que no hay que seguir a ningún maestro, algo que el propio Don Juan Matus le dice a Carlitos (que es como le llama al autor). No es el único, hay por ahí una frase de Krishnamurti que dijo a los que querían relacionarse con él de maestro a discípulo: “no sigáis a ningún maestro”. Estoy de acuerdo porque eso supone adorar (o rechazar) en bloque las ideas de una persona, o filosofía, convirtiéndolo en religión. Y la religión supone dogmas más o menos encubiertos. Y eso es imposible, absurdo y peligroso. Si algo te ayuda, se hace propio, pero sin caer en la trampa (muy usada por las sectas) de tener que “comprometerse” aceptando y obedeciendo en bloque. Unas cosas nos servirán, con otras no estaremos de acuerdo y eso me parece lo natural y lo lógico. Es decir, seguir nuestra propia libertad interior.

El primero de sus libros comienza con el autor, estudiante de antropología, cuando entra en contacto en México con un indio yaqui -Don Juan Matus- quien le introduce en su visión chamánica del mundo. Primero rompiendo su aferramiento único a la razón por medio de plantas de poder (ya que para el chamanismo lo real es lo que se vive, la experiencia, lo sentido, ya sean vivencias de lo cotidiano, en los sueños, o en las experiencias y sensaciones producto de la toma de plantas de poder). Después sin ellas, porque son un medio excepcional, apropiado tan sólo para aquellos especialmente encerrados dentro de una visión lógica de la vida.

Con Castaneda el chamanismo retornó a Occidente en los años hippies de la contracultura. Años 60-70. La visión de la vida que percibe vivo a todo lo existente, montañas, plantas, lugares, incluyendo a la propia tierra y amplía los límites del mundo hasta el infinito, considerando ilimitados los mundos existentes, dentro y alrededor del mundo que conocemos, como manifestaciones del gran espíritu. Algunas de esas manifestaciones son perceptibles para el ser humano y una gran mayoría están fuera del alcance de su percepción. Lo que llamamos realidad es producto de nuestra percepción, que va cerrándose y concretándose, poco a poco y según vamos creciendo, en torno a la pequeña realidad cotidiana en la que se mueve la mayoría de la gente, consensuándola entre todos como la única existente. Ese universo poblado de mundos, planos, espíritus, señales, acuerdos y signos era el universo animista de los seres humanos occidentales hace muchos siglos, igual que lo sigue siendo ahora entre los pueblos y tribus llamados "primitivos". 


Don Juan Matus, el chamán protagonista de los libros de Castaneda, nos habla de que una vez hace mucho tiempo los humanos podían percibir con sus diferentes posiciones del "punto de encaje"(posición del punto perceptivo) y así captaban lo existente a través del punto de la razón pero también del conocimiento silencioso (ambos puntos diferentes posiciones), pero muchos se quedaron prendidos del punto perceptivo de la razón y así empezaron a volverse quiméricos el resto de las otras percepciones, llegando así a la actualidad en la cual los seres luminosos que somos (formados por "fibras luminosas que nos conectan y atraviesan) estaríamos opacos y empequeñecidos, y siempre anhelando algo que nos falta.

Según Don Juan si se logra ver nuestra forma auténtica de huevos luminosos y todo lo que nos rodea, esa percepción nos libera del efecto devastador del dolor y los sentimientos negativos, pero muy pocos lo logran, y no queda otra solución para vivir libres que el comportamiento como un guerrero (sinónimo de hombre de conocimiento, nada que ver con violencia). Ese término de apariencia masculina sólo es aparente. Para Don Juan la mujer está más preparada y tiene más poder y facilidad para llegar a serlo.


Pero lo auténticamente fascinante de sus libros es esa filosofía y su lenguaje majestuoso y sencillo, noble y mágico. Indio, en fin. Para muestras de su visión y de su poderosa forma de vivir sus palabras, magníficas y emocionantes, aquí van algunas muestras de sus conceptos:

Sobre la naturaleza de un guerrero: " El espíritu de un guerrero no está engranado para la queja, ni está engranado para ganar o perder. El espíritu de un guerrero sólo está engranado para la lucha, y cada lucha es la última batalla sobre la tierra. De ahí que el resultado le importe muy poco. En su última batalla sobre la tierra, el guerrero deja fluir su espíritu libre y claro. Y mientras libra su batalla, sabiendo que su voluntad es impecable, el guerrero ríe y ríe". "Pero mi incredulidad ya no importaba. Don Juan estaba en lo cierto. Tener que creer que el mundo es misterioso e insondable era la expresión de la predilección íntima de un guerrero. Sin ella, el guerrero no tenía nada". "El arte del guerrero es equilibrar el terror de ser humano con el prodigio de ser humano".

Sobre el desatino controlado y el desapego: "Es posible insistir como es debido, aunque sepamos que lo que hacemos no tiene caso -dijo, sonriendo -Pero primero debemos saber que nuestros actos son inútiles y luego proceder como si no lo supiéramos. Eso es el desatino controlado". "Mi risa, así como todo lo que hago, es de verdad -dijo Don Juan -,pero también es desatino controlado porque es inútil; no cambia nada y sin embargo lo hago".

Sobre lugares de poder: "Porque lo sitios de poder, como ése en el que estábamos, tenían la propiedad de absorber a quien se hallaba inquieto. Y en tal forma uno podía desarrollar lazos extraños y dañinos con un lugar. -Esos lazos lo anclan a uno a un sitio de poder, a veces por toda la vida -dijo-. Y éste no es el sitio para ti. No lo hallaste por ti mismo".


Sobre espíritus de plantas y árboles, a quienes hay que hablar en voz alta y clara y pedir permiso para usarlos: "La primera vez que llegué a casa de Don Juan critiqué la manera ilógica en que estaban plantados sus árboles frutales. Yo les hubiera proporcionado más espacio. Él replicó que esos árboles no eran de su propiedad, que eran árboles guerreros, libres e independientes".

Sobre el cambio del punto de percepción: "La percepción resultante es de un mundo nuevo, tan completo como el mundo de nuestra percepción normal. Cordura y fortaleza, por lo tanto, son esenciales en los hombres de conocimiento para tratar con el movimiento del punto de encaje".

Sobre el camino con corazón: "La consistente preferencia por el camino con corazón es lo que diferencia al guerrero del hombre común. El guerrero sabe que un camino tiene corazón cuando es uno con él, cuando experimenta gran paz y placer al atravesar su largo". "Ningún camino lleva a ninguna parte, pero uno tiene corazón y el otro no. Uno hace gozoso el viaje; mientras lo sigas eres uno con él. El otro te hará maldecir tu vida. Uno te hace fuerte, el otro te debilita". "Para mí sólo recorrer los caminos que tienen corazón. Esos recorro, y la única prueba que vale es atravesar todo su largo. Y esos recorro mirando, mirando, sin aliento".


Sobre la importancia personal: "Sentirse importante lo hace a uno pesado, rudo y vanidoso. Para ser hombre de conocimiento se necesita ser liviano y fluido".
calles de México DF, otro escenario de sus libros

Sobre la muerte: "Sólo la idea de la muerte da al hombre el despego suficiente para que sea incapaz de abandonarse a nada. Sólo la idea de la muerte da al hombre el desapego suficiente para que no pueda negarse nada". "Y así bailarás ante tu muerte, aquí, en la cima de este cerro, al acabar el día. Y en tu última danza dirás de tu lucha, dirás de tus alegrías y desconciertos al encontrarte con el poder personal. Tu danza hablará de los secretos y maravillas que has atesorado. Y tu muerte te sentará aquí a observarte. El sol poniente brillará sobre ti sin quemar, como lo hizo hoy. El viento será suave y dulce y tu cerro temblará. Al llegar al final de tu danza mirarás el sol porque nunca volverás a verlo ni despierto ni soñando, y entonces tu muerte apuntará hacia el sur. Hacia la inmensidad".

Sobre las relaciones con el mundo: "Un guerrero podría sufrir daño, pero no ofensa -dijo-. Para un guerrero no hay nada ofensivo en los actos de sus semejantes mientras él mismo esté actuando dentro del ánimo correcto. La otra noche, no te ofendiste con el puma. El hecho de que nos persiguió no te hizo enojar. No te oí maldecirlo, ni te oí decir que no tuviera derecho a seguirnos. Lo único que venía al caso era sobrevivir".

Sobre la humildad: "Soy un indio, y los indios siempre hemos sido humildes y no hemos hecho nada más que agachar la cabeza. Yo pensaba que la humildad no tenía nada que ver con el camino de un guerrero. ¡Me equivocaba! Ahora sé que la humildad del guerrero no es la humildad del pordiosero. El guerrero no agacha la cabeza ante nadie, pero, al mismo tiempo, tampoco permite que nadie agache la cabeza ante él".

Sobre la confianza: "El hombre común busca la certeza en los ojos del espectador y llama a eso confianza en sí mismo. El guerrero busca la impecabilidad en sus propios ojos y llama a eso humildad (…) la confianza implica saber algo con certeza, la humildad implica ser impecable en los propios actos y sentimientos".

Sobre el cuerpo: "Nuestro cuerpo es un manojo de fibras luminosas que se dan cuenta".

Sobre mundos-planos: "Cuando estés en el mundo del tonal (cotidiano), deberías ser un tonal impecable; ahí no hay tiempo para porquerías irracionales. Pero cuando estés en el mundo del nagual (desconocido), también deberías ser impecable; ahí no hay tiempo para porquerías racionales".

Sobre la manera de vivir: “los hombres comunes viven todo como una maldición o una bendición. Un hombre de conocimiento lo vive todo como un desafío”.

Lista de los cuatro primeros libros de Castaneda ordenados cronológicamente: (Los que he leído. También uno último llamado ‘El lado activo del infinito’. En varias editoriales diferentes. Pero todas las traducciones, los originales en inglés,  están supervisadas por el propio Castaneda, un sudamericano que vivió y estudió en la universidad de California. Hasta ahí lo que se sabe de cierto. Rodeado siempre de misterio sobre su persona, siempre se ha negado a fotos y las entrevistas son contadas, parece ser que ha muerto hace pocos años. Lo que quiere decir que si sale algún otro libro suyo será de algún cantamañanas que quiere aprovecharse de su éxito):
‘Las enseñanzas de Don Juan’ – ‘Una realidad aparte’ – ‘Viaje a Ixtlán’ – ‘Relatos de poder’. Tiene varios más posteriores.

Al que le sirva que lo use y lo disfrute. Al que no le sirva que lo olvide.
"El mundo no tiene fondo".

2 comentarios:

  1. Por supuesto entre los dos también me quedo con Don Juan Matus...

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  2. Excelente!!, si, prefiero a Don Juan, el nivel de consistencia de este personaje, se mantuvo incolumne todo el tiempo, a diferencia del mismo autor..

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